Acuario es el signo del zodiaco de la independencia, la libertad y de la amistad, a la que hacen un culto. Aceptan a todo el mundo porque se perciben lo suficientemente distintos como para valorar las rarezas de los demás. Parece que no tienen sentimientos, pero en realidad necesitan mantener un desapego total para mantener una visión global objetiva. Solo buscan la verdad intelectual y científica.
Son muy inteligentes, grandes pensadores con una capacidad excepcional para los pensamientos abstractos, preocupándose por el bien común; son los justicieros sociales. Lo que realmente les importa a Acuario es una meta colectiva que una sola persona no podría lograr, como acabar con el hambre en el mundo, la ecología, la pobreza, todo lo que vincule a personas diferentes pero manteniendo la independencia y la individualidad.
Buscan la verdad total, lo que puede hacerles parecer dogmáticos. Construyen utopías de las que no quieren moverse, debido a sus convicciones rotundas y firmes. Les enfada que piensen que no tienen razón y que el mundo no funcione como debería. Cualquier cosa que manche la imagen que tienen de sí mismos les enfurece, defendiéndose con sarcasmo y condescendencia.
No son amantes ni respetan las tradiciones, ya que viven el presente sin referencia al pasado. En el trabajo, son voluntariamente honestos, pero no aceptan bien las jerarquías, por lo que les cuesta adaptarse a las grandes empresas. En general, son muy desconfiados y piensan que todo y todos mienten.
Muchas veces hacen cambios sin ningún propósito claro, simplemente por ir en contra de lo antiguo. No es una energía fácil de vivir, por lo que se polarizan en dos versiones distintas: pueden ser el rebelde sin causa, el inadaptado social; o bien el supercontrolador, rígido y testarudo.
Quieren ser desconocidos y eluden las definiciones porque eso supone una falta de libertad. Los Acuario siempre están haciendo pequeñas pruebas, viviendo su vida como un experimento científico, utilizando el elemento sorpresa para recoger reacciones y construir teorías sobre la complejidad de la naturaleza humana.
Les cuesta enamorarse; de hecho, casi todo lo que saben sobre el amor lo han leído. Se sienten atraídos por personas inteligentes, aunque no compartan sus intereses. Son adictos a descubrir a la gente, a los hechos que conocen, a las experiencias interesantes y a las opiniones que otros han desarrollado, con lo que construyen una caricatura idealizada que pueden guardar en su colección.
Temen enfrentarse a un cuerpo real con sus defectos y odian que los demás tengan expectativas respecto a ellos, ya que amenazan su independencia y les hacen sentirse resentidos, volviéndose entonces fríos y distantes. Prefieren parejas dispuestas a explorar modelos de relación no convencionales.
